lunes, 24 de noviembre de 2014

Los niños genio del arte

Marla Olmstead, Kieron Williamson, Aelita André y Shorya Mahanot nacieron con ganas de pintar y su vocación los ha llevado a ser reconocidos en todo el mundo e incluso son comparados con Kandinsky o Pollock. Sin todavía haber cumplido los diez años son millonarios ya que el mercado del arte pide sus obras. El fenómeno de los niños genio empezó a conocerse hace un tiempo, con la historia de Marla Olmstead, pero ahora nuevos talentos han salido a la luz.

Marla Olmstead:



Marla (Estados Unidos, 2000) empezó a pintar a los dos años, pero a los cuatro se hizo famosa, pues en su primera exposición vendió sus obras a precios que oscilaban entre los 20.000 y los 30.000 dólares. Fue una de las primeras niñas genio del arte, y los críticos admiraban su trabajo por la capacidad que tenía Marla de cubrir el lienzo con varias capas de pintura sin dejar espacios blancos, como suelen hacerlo los niños. La comparaban con artistas abstractos como Kandinsky y Pollock. En 2005, el programa “60 minutes” especuló que las obras de Marla eran creadas en colaboración con su padre y esto se hizo más evidente en un documental sobre la niña que se presentó en 2007 con el nombre “Mi hijo habría podido pintar eso”. A pesar del escándalo que produjo el documental, la niña sigue vendiendo sus obras.




Kieron Williamson:


Kieron ‘Mini-Monet’ (Inglaterra, 2002) era un niño como cualquier otro. Le gustaba jugar en el barro, investigar insectos y explorar el campo. En 2008, con cinco años, pidió una libreta para dibujar los barcos de un puerto cercano a su casa y desde ese día no ha dejado de pintar. En 2009 se abrió su primera exposición y en 14 minutos vendió todas sus obras. En 2010 presentó su segunda muestra, por la cual recibió alrededor de 230.000 dólares. A partir de ese momento empezó a adquirir fama internacional, especialmente por sus acuarelas, y ya ha vendido piezas en 35 países del mundo.





Shorya Mahanot:


Shorya (India, 2007) con solo cinco años ha sido invitado por RK Laxman, el caricaturista más famoso de la India, para armar una exposición conjunta. Laxman quedó tan impresionado con el trabajo del niño, que no dudó un segundo en hacerle la propuesta. Shorya, al contrario de los otros niños genio, hasta ahora empieza a darse a conocer y aún no ha vendido obras en miles de dólares, pero todo indica que para allá se dirige, sobre todo porque su padre se ha encargado de apoyar y publicitar su trabajo hasta el cansancio: “No cree que equilibra los colores de una manera perfecta”, le dijo el padre a un reportero del diario inglés The Guardian, quien terminó su artículo con otra frase del orgulloso padre: “Solo tiene cinco años y ya tiene un estilo único, ¿no cree que eso es asombroso?”.




Aelita André:

Con solo nueve meses, Aelita (Australia, 2007) gateaba hasta los tarros de pintura de sus padres y empezaba a pintar. Siempre le ha gustado el arte y ha asegurado frente a los medios que podría pasar las 24 horas del día pintando. Trabaja con acrílico, usa escarcha y los expertos aseguran que sus trabajo podría incluirse dentro del expresionismo abstracto y el surrealismo. En 2011 fue su primera exposición en solitario y sus obras estaban alrededor de los 10.000 dólares. Ahora su obra es exhibida en Nueva York y antes de que se abrieran las puertas de la muestra ya había vendido obras en 25.000 dólares.

Algunos expertos han considerado que las obras de Aelita Andre son sorprendentes por la composición de los colores utilizados, el estilo, son pinturas abstractas sorprendentes. Sin embargo, como suele ocurrir cuando un niño demuestra tener un talento especial y este es explotado económicamente, los padres de la pintora más joven del mundo han llegado a ser acusados de explotación de la capacidad de la niña. Los padres se defienden indicando que la niña pinta por juego y afición, disfruta creando sus obras y no recibe ayuda de ningún tipo para crearlas.

Se habla de los cuadros de Aelita Andre indicando que son fruto de la inocencia y muestran la ventana creativa gestada en el subconsciente. Hasta el momento Aelita Andre cuenta en su haber con más de 200 pinturas de las que una buena parte son grandes lienzos llenos de expresividad, energía y gran belleza. En la página de Aelita Andre podréis conocer sus obras, exposiciones, historia, proyectos, posiblemente os sorprendáis con las pinturas que se muestran en las diferentes galerías expositoras.

Su color favorito es el amarillo, le gusta ponerse un tutú rosa de ballet, le interesan los dinosaurios y los planetas. La "riqueza" de la imaginación de la niña y sus capacidades para pintar de una manera totalmente "intuitiva". Los organizadores han preparado un vídeo en el que Aelita Andre aparece pintando, casi siempre con las manos o mediante técnicas de salpicaduras con pinceles empapados de pintura acrílica, como las utilizadas por Pollock. Al igual que éste, la niña australiana trabaja sobre el suelo. En algunos de los cuadros de la exposición, ha pegado juguetes: dinosaurios de plástico, mariposas, pingüinos... 

Su arte es complejo pero accesible, sofisticado aunque sin guía "Aelita crea capas y remolinos de salpicaduras de pintura y utiliza brillos de neón iridiscente para crear un complejo cinético. Sus ritmos estructurales son inconfundibles y completamente instintivos, lo que refleja una comprensión de la composición que está mucho más allá de su edad. Su arte es complejo pero accesible, sofisticado aunque sin guía, y comunica una emoción que anima a la audiencia a dejar que surja su propio niño interior".



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El precio de las obras de arte

El precio más alto jamás alcanzado por una obra en subasta lo logró Francis Bacon con 'Tres estudios de Lucian Freud', vendido por 142,4 millones de dólares (113,9 millones de euros), lo que le convierte en  uno de los artistas modernos más cotizados en el mundo del arte. No obstante, todavía quedó lejos para alzarse como el cuadro más caro jamás vendido, más allá del mundo de las subastas, título que ostenta “Los jugadores de cartas”  de Paul Cézanne, que se estima que  fue vendido a la casa real de Catar por 250 000 000 de dólares.

‘Tres estudios de Lucian Freud’ es un óleo de 1969 sobre lienzo del pintor británico de origen irlandés Francis Bacon, representando al artista Lucian Freud. Bacon y Freud eran amigos y rivales artísticos. Fueron presentados en 1945 por el artista Graham Sutherland y rápidamente se convirtieron en buenos amigos, reuniéndose con frecuencia. Los dos artistas se pintaban entre sí varias veces, a partir de 1951, cuando Freud se sentó por primera vez con Bacon. El tríptico reúne a dos de los principales nombres de la pintura figurativa del siglo XX cuando su amistad estaba en su plenitud. Fue una relación de compañerismo que despuntó al concluir la Segunda Guerra Mundial.

Aunque el precio del arte de mujeres acaba de dar un brinco, las artistas femeninas están todavía lejos de igualar el récord de los pintores masculinos. La pintora estadounidense Georgia O'Keeffe tiene el récord del cuadro más caro pintado por una artista femenina. El cuadro se titula 'Flor blanca No.1', un óleo sobre lienzo de 1932 que se ha vendido en la subasta de Sotheby's en Nueva York por 44,4 millones de dólares (35,2 millones de euros). El preciado óleo mide 122 cm de alto por 102 de ancho y es una de las muchas flores que pintó la artista.

La revalorización de la flor ha provocado regocijo en el museo que lleva el nombre de la artista en Santa Fe, quienes sacaron a la venta el lienzo para alimentar el fondo de adquisiciones. El museo dispone de un fondo de 1.149 obras de ella. El equipo directivo de la institución aduce que la colección permanente contiene vacíos y huecos en la historia de la artista. En cambio, dispone de abundancia de flores como la vendida. En cierta ocasión dijo: "Si puedo pintar una flor a gran escala, no se podrá ignorar su belleza". Lo que no se ignorará tampoco a partir de ahora es el precio de esa flor blanca.

Varias fuentes especializadas en Arte, han intentado hacer una lista de los cuadros más caros de la historia. Antes debemos tener claro que hay una diferencia entre los más caros de la historia y los más caros en una subasta. Aunque hay pequeñas diferencias entre una fuente y otra, las diez obras de arte más caras pueden ser las siguientes:

1. Cézanne, Paul. Los jugadores de  cartas 250.000.000 $

 2. Picasso, Pablo. El sueño. 155.000.000 $


 3. Bacon, Francis .Tres estudios de Lucian Freud. 142.400.000 $

 4. Pollock, Jackson. Number 5. 140.000.000 $

 5. Woman III. De Kooning, Willem. 137.500.000 $

 6. Klimt, Gustav. Adele Bloch-Bauer. 135.000.000 $

 7. Munch, Edvard. El grito. 119.900.000 $

 8. Picasso, Pablo. Desnudo, hojas verdes y busto. 106.500.000 $

 9. Giacometti, Alberto. El hombre que camina I. 104.300.000 $

10. Picasso, Pablo. El niño de la pipa. 104.000.000 $

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sábado, 22 de noviembre de 2014

Anuncio de Nescafé

Después de ver varias veces el ‘emocionante’ anuncio de la lotería de Navidad, pensé que sería bueno no comentarlo haciendo una dura crítica como se ha hecho con el del año pasado. Hay mucha gente que se ilusiona con la lotería y hacer una entrada con un mensaje negativo sobre las posibilidades de ganar, sería como quitarles la ilusión. ¡Qué tengan mucha suerte! 

Siempre he creído que algún día me va a tocar pero nunca se me ha ocurrido comprar un número, me niego a comprarlo, tampoco lo ha hecho mi familia. Aun así tengo las mismas probabilidades de ganar el gordo que los demás, puede que algún día encuentre tirado un número o que alguien me lo regalara, como sale en el anuncio de este año y resulta que ese es el número premiado. Dado que soñar no cuesta nada, déjenme soñar.

Mientras tanto me quedo con el anuncio de Nescafé Dolce Gusto sobre las obras de arte, un anuncio muy gracioso que no tiene nada que ver el de la lotería de Navidad. -¿Tanto rollo para hacer una entrada de un anuncio? -Pues sí.



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Museo de Bellas Artes de Valencia

El Museo de Bellas Artes de Valencia ofrece un discurso completo de la pintura valenciana desde el siglo XIV hasta nuestros días. Se fundó en el año 1837, en la actualidad constituye el referente museístico más importante de la Comunidad Valenciana. Está formado por una gran pinacoteca y un amplio fondo de dibujos, grabados, escultura, piezas arqueológicas y fragmentos arquitectónicos, además de algunos objetos de arte mobiliar de épocas pasadas. Destaca por su calidad, la completa colección de tablas góticas. Además el museo alberga uno de los patios renacentistas más importantes del siglo XVI, el patio del embajador Vich.

Juan de Juanes. Las Bodas místicas del Venerable Agnesio Nicolás
Juan de Juanes fue el pintor de mayor relevancia en la Valencia de su época. Representante del Renacimiento valenciano en una época ciertamente convulsa por motivos religiosos y políticos, De Juanes consiguió crear un estilo propio y unos tipos iconográficos que serían repetidos por sus seguidores.  Provocó un cambio en la pintura valenciana y es el mejor representante de este ambiente prerreformista de mediados de siglo XVI. Dedicado fundamentalmente a la iconografía religiosa, entre sus obras destacan La Santa Cena, San Sebastián en la sinagoga, La Sagrada Familia, el retablo de la Iglesia de La Font de la Figuera, Asunción de Nuestra Señora, las Bodas místicas del Venerable Agnesio, el retrato del Venerable donante y La Inmaculada Concepción, que es considerada como su obra maestra, como predecesora de la tipología iconográfica que Francisco Pacheco.

Es una de las obras más importantes que conserva el museo. Las bodas místicas eran temas muy típicos en Renacimiento valenciano, era una manera de entregarse a otra persona desde el punto de vista religioso. Tiene un formato muy peculiar, un formato apaisado dividido en tres grupos, en el centro aparece la Virgen de los Desamparados, junto a San Juan Bautista que le acompaña un cordero, el niño Jesús que sostiene una cruz, San Juan Evangelista que está escribiendo en un libro que sostiene un águila y, junto a ellos aparecen dos Santos Inocentes que están degollados e intentan trepar por la cruz. Se trata de un tipo de composición enormemente equilibrada y  de un tono amable, pero también es verdad que no hay una integración entre las figuras y el paisaje. Llama la atención la perspectiva aérea propia del arte italiano.

Este cuadro fue pintado en memoria del Venerable Agnesio que aparece en el lado izquierdo, colocando el anillo del desposorio a Santa Inés, por la que sentía gran devoción. A la derecha aparecen Santa Dorotea y San Teófilo, quien era un pagano que se convirtió a la fe cristiana, la santa le entrega unas granadas.  Todo el cuadro es un canto hacia la pureza  virginal según reza el lema en lo alto: “La cruz es para los inocentes camino hacia las coronas floridas”.

Joan de Joanes, muestra en esta obra el testimonio más italianizante de su producción con una fuerte impronta rafaelesca. Supo aunar la universalidad del Renacimiento italiano con el carácter local de su iconografía al introducir al Venerable Agnesio, hombre de gran cultura y santidad que fue tutor de los condes de Oliva.


Nicolás Borrás Falcó. Sagrada Familia con Santa Ana
Borrás Falcó era un fraile jerónimo y discípulo de Juan de Juanes, realizó el retablo dedicado a Santa Ana para el monasterio de Cotalba en el que se incluía esta escena. Se trata de un formato de Sagrada Familia en el que se incluye la figura de la madre de la Virgen, quien establece una tierna comunicación con su nieto a través de las miradas. Las figuras exhiben un carácter clásico y monumental, al tiempo que el tornasolado de las telas, las baldosas y el paisaje de fondo recuerdan la influencia de su maestro.  


Virgen de la Leche Bartolomé Bermejo.
Esta obra procede al parecer de un retablo dedicado a la Virgen de la Leche en la iglesia del convento de Santo Domingo de Valencia. La impronta flamenca se advierte en el realismo con que están tratadas la indumentaria y las joyas. La expresión de espontaneidad y viveza del rostro del divino infante, que mira al espectador dejando caer gotas de leche materna por la comisura de los labios, sintoniza con la caracterización de los afectos en la producción de Bermejo.


Francisco de Goya y Lucientes. Retrato de doña Joaquina Candado
En el verano de 1790, Goya retrata a su ama de llaves Joaquina Candado, durante su estancia en Valencia junto a su esposa, Josefa Bayeu. Goya aúna el retrato y el paisaje con una gran armonía. El tronco donde se asienta la figura, los arbustos verdinegros y el cielo oscuro que envuelve a la retratada, logran destacar la calidad de las gasas negras del vestido y de la mantilla, realzando la belleza de su rostro.  Las leves notas de color en los guantes amarillos, en la orla del vestido y en los zapatos ayudan a crear un correcto equilibrio plástico.


Joaquín Sorolla nació en 1863 en Valencia, inició su aprendizaje artístico en 1877 con el escultor Cayetano Capuz para después formarse en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos. Desde su juventud se interesó por la pintura al aire libre, con la que trataba de captar la luminosidad mediterránea, tanto en la huerta valenciana como en la playa, al igual que hicieron los impresionistas franceses. Completó su educación en París y Roma y, tras volver a España, en 1890, se afincó en Madrid, donde empezó una trayectoria jalonada de éxitos, premios e importantes encargos. Entre sus temas preferidos destaca su dedicación al paisaje levantino, de ambiente costero, siempre con presencia humana, que plasma con un protagonismo absoluto de la luz. Normalmente a Sorolla se le ha vinculado con el Impresionismo, esto no es verdad porque cuando el Impresionismo estaba en declive y los artistas comenzaron a poner en cuestión las bases de este movimiento, Sorolla empezó a pintar. De hecho, cuando visitó a Paris los artistas que más le llamaron la atención no fueron los impresionistas, sino los escandinavos que l fascinaron con sus cuadros en los que  luz tenía una gran importancia. Pero también es verdad que su pintura se parece a la de los impresionistas, aunque no tenía vínculos con ellos.

Joaquín Sorolla y Bastida. Grupa Valenciana
Este cuadro es especialmente significativo por la representación de identidad de lo valenciano. En esta obra Sorolla retrata a sus hijos, Joaquín y María, ataviados con el vistoso traje típico de fiesta de los labradores valencianos. El atuendo, junto al caballo ricamente enjaezado y la frondosidad de la vegetación, dan el tono barroco y de luminosidad que tanto éxito tuvo en la sociedad de su época.


Joaquín Sorolla y Bastida. Academia del natural
Este cuadro corresponde a la etapa de Sorolla como pensionado en Roma por la Diputación de Valencia donde realizó varias academias. Estos trabajos obligados de pensión se presentaban regularmente a la institución benefactora que controlaba los progresos de los jóvenes pensionados.  Ofrece un desnudo infantil con una pose desenfadad, presentando una factura sutil donde la luz desempeña un papel protagonista que presagia otras obras del autor.

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El papel de las mujeres

Después de hacer la visita al Museo de Bellas Artes de Valencia, se me ha ocurrido hacer una entrada sobre el tema de la mujeres. Quisiera dejar un poco aparte al Arte para hablar del dicho que se repite cada dos por tres: "Detrás de todo gran hombre, hay una mujer". Para ello, he escogido un vídeo de Eduardo Galeano en el cual nos cuenta historias sobre las mujeres pero a su manera. En clase hemos hablado del papel de la mujer en la Historia del Arte pero Eduardo Galeano no lo va a contar de una manera que se suele contar en clases. ¿Quién pintó en las cuevas de Altamira, nuestros abuelos salvajes que se dedicaban a cazar o nuestras abuelas que se cuidaban del hogar? Como bien dice Galeano en una entrevista, puede haber una hipótesis de los hombres no tenían la misma sensibilidad que las mujeres, ellas fueros las que se pusieron a decorar las cuevas con esos bellísimos dibujos mientras que ellos de dedicaban a cazar. 

Conjunto pictórico de la Cueva de Altamira




Eduardo Galeano en el canal Encuentro de Argentina



San Juan Crisóstomo decía: "Cuando la primera mujer habló, provocó el pecado original" y San Ambrosio concluía: "Si a la mujer se le permite hablar de nuevo, volverá a traer la ruina al hombre".

La iglesia Católica, les prohíbe la palabra.

Los fundamentalistas musulmanes, les mutilan el sexo y les tapan la cara.

Los judíos muy ortodoxos empiezan el día agradeciendo: "Gracias Señor por no haberme hecho mujer".


Saben cocer.
Saben bordar.
Saben sufrir y cocinar.

Hijas obedientes.
Madres abnegadas.
Esposas resignadas.

Durante siglos o milenios ha sido así, aunque de su pasado sabemos poco.
Ecos de voces masculinas. Sombras de otros cuerpos.

Para elogiar a un procer se dice: "Detrás de todo gran hombre hubo una mujer", reduciendo a la mujer a la triste condición de respaldo de silla.

Hoy voy a contarles, a mi modo y manera, algunas historias de mujeres que no siempre coinciden con éste identikit.

Mujeres
Están allí pintadas las paredes, los techos de las cavernas; alces, bisontes, figuras que vienen de eso que llaman Prehistoria; caballos, fieras, hombres, mujeres que no tienen edad. Fueron pintadas, pintados, hace miles y miles de años, pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira.
Y uno se pregunta: ¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos pintar de tan delicada manera?, ¿Cómo pudieron aquellos brutos que peleaban mano a mano con las fieras más feroces, crear esas figuras tan, tan plenas de gracia, esas mágicas obras volanderas que se escapan de la roca y por los aires vuelan?, ¿Cómo, cómo pudieron ellos?... ¿O eran Ellas?

Puntos de vista / 1
Si Eva hubiera escrito el génesis... ¿Cómo sería la primera noche de amor del género humano?. Eva hubiera puesto algunos puntos sobre las ies; quizá, digo yo, no sé, hubiera aclarado que ella no nació de ninguna costilla, que no conoció a ninguna serpiente, que no ofreció nunca ninguna manzana a nadie y que nadie le dijo que: "Parirás con dolor" y "Tu marido te dominará"... Y que todo eso, diría Eva, no son más que calumnias que Adán contó a la prensa.

Puntos de vista / 2
Si las Santas, y no los santos, hubieran escrito los Evangelios... ¿Cómo sería la primera noche de la era cristiana?. Las Santas hubieran contado que estaban todos de muy buen humor; todos: la Virgen, el niño Jesús resplandeciente en su cuna de paja, el buey, el asno, los Reyes Magos recién venidos de Oriente y hasta la estrella que los había conducido a Belén... Todos, todos contentos, menos uno. San José, sombrío, murmuró: "Yo quería una nena".

Hildegarda
En el año1234 la religión católica prohibió que las mujeres cantaran en las iglesias. Las mujeres, impuras por naturaleza, ensuciaban la música sagrada que solo podía ser entonada por niños varones o por hombres castrados. Esta pena de silencio rigió durante siete siglos, siete siglos y pico, hasta que, con el siglo XX, hace un rato nomás, las mujeres pudieron cantar en las iglesias solas o en coros. Poco antes de que se pusiera en marcha esta prohibición contra las hijas de Eva, hubo una monja llamada Hildegarda, que dirigió un convento a las orillas del Rin, en una ciudad, Bingen, y que creó la música litúrgica que a mí me parece la más bella de todas, la que más me llega, la que más profundamente me llega al último rinconcito del alma. Y esa música fué escrita, compuesta para ser cantada por mujeres, las monjas de la Abadía de Bingen que dirigía Hildegarda; y por suerte el tiempo no les borró las voces, esas voces de ángeles que supieron cantar como nadie a la gloria del paraiso. Y, Hildegarda no se limitó a componer música maravillosa, que durante siglos fueron traidoramente entonadas por hombres porque las mujeres no podían cantarlas, sino que además fué una adelantada de su tiempo, que hace muchos años, ochocientos años, año más año menos, supo desafiar el monopolio masculino del convento y convirtió a su convento en un reducto, en un santuario de la libertad femenina...Y que supo escribir en sus trances místicos páginas que han perdurado, donde la mujer ocupa un lugar central, porque Hildegarda decía, y sabía lo que decía, que: "La sangre de veras sucia no es la sangre de la menstruación sino la sangre de las guerras".

Teresa
Cuatro siglos después, por esas vueltas raras de la vida y de la historia, Teresa se había convertido ya en un símbolo de la cristiandad y en un molelo de la mujer ibérica. Fué Santa, Teresa , ejemplo de virtud... Y sus pedazos andaban por todas partes. Franco, en aquella larguísima agonía, supo tener un brazo de Teresa en la mesita de luz, para que lo ayudara a pelear contra el diablo, y defenderse de sus tentaciónes... Y bueno... Y otros pedazos, otros pedazos de la pobre Teresa fueron a parar a diversos destinos, incluyendo un pié, que está todavía en Roma.

Juana de Arco
No había hombre que pudiera con Juana. Ni en el arado, ni en la espada.
Al mediodía, en el silencio del huerto, escuchaba voces. Le hablaban los ángeles, los santos y también le hablaba la voz más alta del cielo, que le decía: "No hay nadie en el mundo que pueda liberar a Francia, solo tu"... y ella lo repetía, siempre citando a su fuente... "Me lo dijo Dios", decía. Y así esta pobre campesina analfabeta, nacida para cosechar hijos, encabezó un gran ejército, un inmenso ejército que a su paso crecía. Juana de Arco, doncella guerrera... virgen por mandato divino o por pánico masculino, avanzaba de batalla en batalla. Lanza en mano, cargando a caballo contra los soldados ingleses, fué invensible...hasta que fué vencida.
Los ingleses la hicieron prisionera y decidieron que los franceses se hicieran cargo de "la loca". Por Francia y por Dios fué abatida. Y los funcionarios del Rey de Francia y los funcionarios de Dios, se encargaron de mandarla a la hoguera.
Ella, rapada, encadenada, no tuvo abogado. Pero los Jueces, el fiscal, los expertos de la inquisición, los obispos, los priores, los canónigos, los notarios y los testigos, coincidieron todos sin excepción con la Docta Universidad de la Sorbona, que ya por entonces tenía un prestigio muy bien ganado.
La Universidad de la Sorbona dictaminó que Juana, Juana de Arco, la acusada, era: sismática, apóstata, mentirosa, adivinadora, sospechosa de heregía, errante en la fé y blasfemadora de Dios y de los Santos.
Tenía 19 años cuando la ataron a un palo en la plaza del Mercado de Rouen (Ruán)... y el verdugo ensendió la leña.
Después pasó el tiempo y su patria y la iglesia, que la habían asado viva, la convirtieron en Heroína y Santa, Símbolo de Francia y emblema de la Cristiandad.

Olympia
Fueron femeninos los símbolos de la Revolución Francesa. Mujeres de gorro frigio, las tetas al aire, cabellos al viento, banderas al viento. Pero la Revolución Francesa proclamó los derechos del hombre y del ciudadano. Y poco después una militante revolucionaria, la actriz Olympia de Gouche propuso que la Revolución aprobara también una Declaración de los Derechos de la Mujer y de la ciudadana. Y un tribunal revolucionario la condenó y la guillotina la decapitó.
Cuando Olympia de Gouche estaba por subir al cadalso preguntó : "Si las mujeres podemos subir a la guillotina... ¿Por qué no podremos subir a la tribuna pública?.
Una semana después la Revolución Francesa decapitó nada menos que a la mujer del ministro del interior, por ocuparse de política... "que esas no son cosas de mujeres".
Y algunos años más tarde, cuando la primera comuna de París, un período revolucionario de grandes cambios, donde se aprobó el Sufragio Universal...universal pero no tanto...porque se sometió a votación en la Asamblea hasta dónde era universal el Sufragio Universal... y resultó que los votantes, todos hombres, votaron contra el voto de la mujer; las mujeres no tenían derecho de voto por resolución aprobada en 899 votos contra 1, aprobada por unanimidad menos uno.

Edelmira Agustini
Ocurrió en Montevideo hace muchos años, exactamente en 1914, y ocurrió en una pieza de alquiler dónde un marido citó a su mujer, de la que estaba separado, y queriendo tenerla, queriendo quedársela... la amó y la mató... y se mató.
Publicaron los diarios uruguayos las fotos del cuerpo, del cuerpo de ella, tumbado junto a la cama... Edelmira Agustini, poeta, abatida por dos tiros de revólver, desnuda, como sus poemas, toda desvestida de rojo..."Vamos más lejos en la noche, vamos...", había escrito; y había cantado a las fiebres del amor sin pacatos disimulos; y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en los hombres aplauden, porque la castidad es un deber femenino y el deseo es como la razón, un privilegio masculino. Y entonces ocurrió el sepelio, el entierro... Y ante el cadaver de Edelmira se derramaron lágrimas, creo que lágrimas de cocodrilo..., y frases, solemnes frases a propósito de tan sensible pérdida para Las Letras Nacionales que hoy viven un día de luto... Pero en el fondo, en el fondo los dolientes suspiraban con alivio..."la muerta muerta está y más vale así".
¿Pero muerta estaba esa muerta? ¿No son sombras de su voz y ecos de su cuerpo los amantes que en las noches del mundo arden? ¿No le hacen un lugarcito a Edelmira Agustini en las noches del mundo, para que cante su boca desatada y dancen sus pies resplandecientes?

Violeta
En los tristes años de la dictadura del general Pinochet, en Chile, el Régimen decidió cambiar los nombres de veinte poblaciónes de los suburbios más pobres de la ciudad de Santiago; y en el rebautizo, una de las poblaciónes, la población Violeta Parra, recibió el nombre de algún militar heróico, pero sus habitantes se negaron a llevarlo, se negaron a llamarse con otro nombre que no fuera su nombre; y en unánime Asamblea dijeron: "Somos Violeta Parra o nada". Y así riendieron homenaje, una vez más, a aquella campesina cantora, de voz gastadita, que en sus peleonas canciónes había sabido celebrar los misterios de su tierra y de su gente.
Violeta era, era pecante y picante, amiga del guitarreo y del converse y del enamore y por bailar y por payasear se le quemaban las empanadas... "Gracias a la vida..." cantó en su última canción y un revolcón de amor la arrojó a la muerte.

Tamara
Tamara Arce desapareció al año y medio de edad. Fué encontrada por las Abuelas de Plaza de Mayo. Rosa, la madre de Tamara había sido presa, torturada y violada y fusilada con balas de fogueo...Y había estado ocho años sin saber nada de su hija. Cuando Las Abuelas la encontraron, la madre y la hija se miraron al espejo juntas y se rieron y no podían parar de reirse porque eran iguales; y tenían los mismos lunares en los mismos lugares; y entonces cuaando llegó la noche, esa primera noche del reencuentro, Rosa, la madre, bañó a Tamara, la hija; y la enjuagó, y la jabonó y enjuagó y una vez y otra...la bañó una vez y otra y otra... no podía sacarle el olor, un olor espeso, como dulzón y Rosa sabía que conocía ese olor y no podía ubicarlo... no sabía por qué, no había manera, no había jabón que lo quitara; y entonces, de pronto Rosa recordó que ese era el olor de los bebés cuando acaban de mamar. Rosa no podía explicárselo, pero Tamara la hija tenía nueve años y olía a recién nacida.

Fuente: www.todaslasvoces.org

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