Fotografías

Las cuatro primeras imágenes pertenecen a un paisaje de Lituania y las he escogido porque me impactó mucho la naturaleza este país. En ellas podemos observar un paisaje propio del Pintoresquismo, donde la naturaleza es casi virgen porque apenas está intervenida por el ser humano. la cantidad de tonos verdes es muy variable, durante el invierno el verde se convierte en blanco. Esta fotografía muestra mi paisaje ideal ya que aparece una pequeña casa de madera que tiene una sauna dentro y una escalera que baja hasta el lago que tiene enfrente. La tranquilidad y paz que se encuentran en este lugar es lo que más me ha gustado, aunque también es verdad que durante el invierno soy incapaz de vivir allí debido al frío. En ese día daba la casualidad de que el cielo era claro con muy pocas nubes, tiene un tono parecido a lo que solemos tener en Valencia.

La siguiente fotografía es del Castillo de Trakai, una pequeña ciudad que está cerca del alberque donde nos alojábamos. Me ha llamado la atención que estuviera en medio de un lago; justo donde hice la foto había comercios turísticos y una plataforma de madera, desde donde dábamos a comer a muchos patos. No llegué a entrar a visitarlo porque no teníamos tiempo. Se trata de una fortaleza que tiene dos materiales: la piedra natural con un tono gris en la base y los cerámicos con un tono rojizo, una simbiosis que se encuentra en muchos edificios históricos del país como, por ejemplo, la fortaleza de Vilna también tiene los mismos materiales y tratamiento.

También me ha parecido interesante compartir algunas imágenes sobre el paisaje de mi pueblo, San Pedro del Pinatar, desde  se puede observar la unión natural del Mar Menor y Mar Mediterráneo. La primera imagen es de la encañizada, un sistema tradicional de pesca que existe desde la época de los romanos. Los pescadores, aprovechando el paso de los peces, colocan cañas en vertical clavadas en el fondo, en forma de laberinto que desemboca en una paranza donde los peces se quedan atrapados, escapando entre las cañas sólo los de menor tamaño. Las encañizadas de la Torre y el Ventorrillo dispone cada una de ellas de un edifico de dos plantas para auxiliar las labores de pesca y albergar al personal ocupado en ella. Únicamente se tiene acceso a estos equipamientos mediante embarcación. Al atardecer solía ir por el paseo para hacer fotografías, son espectaculares los diferentes paisajes que se van creando a medida que sol va bajando. Las aguas de las salinas y del Mar Menor adquieren colores cálidos y las aves pasan continuamente porque allí hay parque natural importante. Hay un sendero que separa las aguas del Mar Menor y las de las salinas, no llega a La Manga porque en medio está la encañizada.